Lo material se queda.
Que no te importe cuanto gane de dinero las personas, ni cuanto gastan, cuantos títulos terrenales tendrán y porque ellos prosperan y uno no, todo esto al final se quedará aquí en la tierra. “No temas cuando se enriquece alguno, Cuando aumenta la gloria de su casa; Porque cuando muera no llevará nada, Ni descenderá tras él su gloria. Salmo 49: 16, 17.“